Luis Alberto Alonso @ikaro_46
Se acumulan las críticas al Gobierno del Distrito Federal (GDF) por el anuncio oficial de la próxima construcción de la Línea 7 del Metrobús. Además de desconocer a los representantes ciudadanos oficiales y las asociaciones civiles pertinentes, la administración a cargo de Miguel Ángel Mancera asegura que no se modificará la estructura de la avenida más importante de la capital sin dar cuenta de las críticas en lo relativo a la conectividad de la nueva ruta de este sistema de transporte público concesionado.
Como informamos en este espacio, el pasado 29 de junio se publicó de manera oficial el “aviso por el que se aprueba el Corredor de Transporte Público Colectivo de Pasajeros Metrobús Reforma”. Más que una aprobación, el Gobierno capitalino anunció la expulsión de los sistemas de transporte masivo ajenos al sistema Metrobús sin atender la demanda de movilidad hacia Santa Fe y Avenida Constituyentes que se suscita tras lo que será la terminal Auditorio-Periférico.
De acuerdo al anuncio oficial, la Línea 7 tendrá una longitud de 15 kilómetros y atenderá a 100 mil usuarios diarios, aunque las autoridades precisan que “se beneficiará” a los mismos pese a los problemas de sobresaturación esperados. No obstante, este calificativo encuentra razón para la administración local en la utilización de una flota mixta de hasta 85 unidades entre vehículos articulados y de doble piso.
Estas unidades, que destaca el GDF son “similares a los que actualmente operan en la Línea 4 en el Centro Histórico”, carecen de espacio suficiente en asientos y pasillos. Las condiciones de los vehículos, más los retrasos y la sobresaturación, generan normalmente un ambiente de confrontación entre los usuarios.
“Es importante mencionar que en la Avenida Paseo de la Reforma no se construirán estaciones de plataforma alta, ni se alterará el mobiliario histórico existente, sino sólo se sustituirán las paradas existentes con parabuses con mejores condiciones para los usuarios. La avenida no se modifica. La intervención será mínima y se contempla la mejora de los pavimentos”, detalla en comunicado de prensa el Gobierno central.
Por otra parte, en el mismo documento se promete “un ahorro de 35 por ciento en sus tiempos de traslado respecto al tiempo que representa actualmente”. Sin embargo, las constantes marchas que se suscitan en Reforma amenazan con cortes en el servicio –como los que se presentan en la Línea 1 por marchas e inundaciones- y dejar varados a los usuarios.
Incluso, Miguel Ángel Mancera, titular del GDF, fue cuestionado en este respecto, a lo que espetó que “se trabajará en su momento” sobre estas cuestiones, a pesar del artículo 212 de la Ley de Movilidad, que tiene por objeto garantizar el derecho al libre tránsito de los ciudadanos ante cualquier manifestación. |