El jazzista Gerry López hizo vibrar el subterráneo del Museo Nacional de la Revolución durante el concierto que ofreció en el recinto de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, como parte de la segunda temporada del Tabacalera Jazz Club.
Momentos antes de las 18:00 horas de este domingo, organizadores del festival musical invitaban a los transeúntes de la Plaza de la República a pasar al área del museo para “disfrutar de jazz de calidad, gratis”.
Así, el espacio destinado al recital se llenó de público ávido de conocer la propuesta del músico juarense, que recién regresó de Europa tras estudiar tres años en el Conservatorio de París.
A nombre de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, el director del museo, Miguel Ángel Berumen, dio la bienvenida al espectáculo.
Señaló que además de la vocación del museo, que es el estudio y la documentación de la Revolución Mexicana, así como las secuelas que tuvo ésta en nuestro país, el recinto tiene la capacidad de albergar manifestaciones artísticas con otra temática.
Es por ello, que desde hace 12 semanas el Museo Nacional de la Revolución abrió sus puertas al Festival Tabacalera Jazz Club, con la participación de diversos exponentes del jazz, que necesitan de un espacio para expresarse.
Acompañado por Roberto Verástegui en el piano, Benjamín García en el bajo y Reinier Limonta en la batería, el saxofonista Gerry López subió al escenario para romper el silencio con un sonido particular que cautivó a todos los presentes.
Y es que con su ritmo, contagió al público, que no dudó en seguirlo con palmadas o meneando alguna o varias partes de su cuerpo.
Como parte del programa musical, el también compositor interpretó piezas de los jazzistas norteamericanos Thelonious Monk y John Coltrane, un tema del baterista, así como las canciones de su autoría La calle de Larrión y Pre-tensión.
Gerry López tocó sin parar, sólo hizo pequeñas pausas para tomar aire o agua, pero se dio tiempo para saludar al público y agradecer su presencia en una tarde lluviosa de domingo, además de celebrar la iniciativa de la Secretaría de Cultura, a través del Museo Nacional de la Revolución, dirigido por Miguel Ángel Berumen, de ser sede del Tabacalera Jazz Club.
Con cada interpretación, el concierto fue subiendo de intensidad.
A veces en solitario y otras en conjunto, el ensamble de jazz logró mantener por casi 80 minutos al público entusiasmado en sus asientos, que siempre respondió con cálidos aplausos.
Y a pesar de que ya se habían despedido, los músicos regresaron al escenario para tocar en encore el tema recién salido del horno Take in, “para que se vayan a su casa muy contentos”, dijo López.
Al término del concierto, el joven mexicano promesa del jazz firmó discos y se tomó fotografías con sus seguidores, entre ellos algunos que escucharon su música por primera vez.
En entrevista posterior, manifestó su deseo de traer al Tabacalera Jazz Club dos proyectos más: su nuevo disco Esperanza y a la Orquesta Nacional de Jazz de México, que está por formar y que tendría su debut en el Festival de Jazz de Polanco, a realizarse el 6 y 7 de diciembre próximo.
Adelantó que el jueves 28 de agosto estará en El Convite -el restaurante que programa jazz desde hace muchos años-, para luego dejar la Ciudad de México y dirigirse al Festival de Jazz de Aguascalientes; luego emprenderá una gira por diversas partes de la República Mexicana, como Chihuahua y Veracruz.
“Estoy sorprendido de la labor que está haciendo la Secretaría de Cultura de abrir un nuevo espacio para el jazz, ya que los músicos mexicanos lo necesitamos enormemente y para mí fue un placer que me hayan invitado, vengo regresando de Francia, no he dormido, pero estoy encantado de tocar aquí.
“No hubo nada que saliera de tiempo; bellísimo el espacio, la gente, la sala llena, y encantado de todo eso. El público de la Ciudad de México, encantador como siempre”, afirmó Gerry López. |