Con el título ¡Puesto que muero existo!, la Secretaría de Cultura CDMX realizará con motivo de las celebraciones de Día de Muertos, la tradicional ofrenda monumental en el Zócalo Capitalino del 31 de octubre al 2 de noviembre.
Este año, la literatura como homenaje será la temática central de la ofrenda. Se recordará el centenario del natalicio de escritores como Octavio Paz, Efraín Huerta, José Revueltas y Julio Cortázar; también se homenajeará a escritores fallecidos en años anteriores como Carlos Monsiváis, Alejandro Aura y Carlos Fuentes, así como los fallecidos en este año: Juan Gelman, José Emilio Pacheco, Federico Campbell, Emmanuel Carballo y Gabriel García Márquez.
Bajo la dirección artística del doctor César Martínez, miembro del Sistema Nacional de Creadores en México, la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) de Oriente se encargó de la producción de esta mega ofrenda; para ello, se contó con la colaboración del colectivo Última Hora, integrado por Raúl y Marco Osorio Maldonado, Juan Vázquez Morales, Ramón Espinoza Juárez, Ernesto Carbajal y Alejandro Pacheco Cid.
Los alumnos de los talleres del Faro de Oriente —cartonería, herrería, alebrijes y carpintería, por mencionar algunos—,según comenta José Luis Galicia, subdirector del Faro de Oriente, debían tener mínimamente un año de experiencia para aprender la técnica.
Algunos de estos alumnos son dirigidos por Hugo Peláez, profesor del Faro desde hace 14 años, e incluso, iniciador de algunos de los integrantes del colectivo Última Hora.
Serán 24 cráneos elaborados en cartonería de aproximadamente 3 metros de altura los que decoren la Plaza de la Constitución en un montaje circular alrededor del asta a manera de mandala —diagrama budista que representa la evolución del universo desde un punto central—; cada cráneo llevará el nombre de un escritor y se iluminará en su interior durante la noche.
Entre los diseños de cada cráneo que asemejan a las figuras tradicionales de calaveritas, se podrán apreciar cráneos de azúcar, talavera de Puebla, barro negro, folklóricos, entre otros.
El montaje se complementa con un ambiente sonoro creado con textos de Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revueltas. El poeta Josué Ramírez hará recitales y también se podrán escuchar las voces vivas de los poetas por toda la plaza, en zonas específicas o desde el interior de las calaveras gigantes.
Para esta celebración se apuesta por hacer un montaje muy simbólico fuera de los elementos que conforman una ofrenda tradicional piramidal. La propuesta de arte contemporáneo retoma como elemento principal las calaveritas de azúcar, juega con ellas y genera ideas innovadoras de homenajear a la muerte.
Proceso de construcción
Para la manufactura de cada uno de estos cráneos gigantes, primeramente tuvieron que hacer una estructuración forrada con maya de gallinero que es la que da forma a la calavera, para posteriormente forrar esa estructura o esqueleto con el primer forro de papel kraft pegado con engrudo, detalló Raúl Osorio Maldonado, integrante del colectivo Última Hora.
La construcción de las 24 calaveras se realiza durante cinco semanas, de las cuáles dos se emplean para la estructuración y forrado con maya, y las demás para empapelar. Esta parte, explicó, es el periodo más tardado pues hay que esperar a que se sequen las figuras para luego comenzar a decorar, y para realizar un trabajo más ágil primero forraron algunos cráneos, para intervenir algunos, mientras los demás se están secando.
El proceso de construcción de cráneos está ya en el momento de secado y decoración con pintura vinílica. Para evitar que la lluvia les ocasione algún daño, cada figura tendrá un acabado con esmalte.
Para el traslado de las 24 claveras del Faro de Oriente (Calzada Ignacio Zaragoza s/n., entre las estaciones del Metro Acatitla y Peñón Viejo de la Línea A del Metro), hasta el Zócalo capitalino, se tendrá que hacer en cuatro viajes, distribuidos en dos noches. |