Agustín Vargas (*)

Los indicadores económicos del país muestran la cruda realidad sobre el desenvolvimiento de la economía. Nada menos hace unos días el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens,  se refirió a los severos riesgos que enfrentará el país ante la turbulencia financiera, situación que, dicho sea de paso, se había anunciado desde el año pasado y hoy se remacha.

Lo cierto es que por ningún lado se ve ni se nota que, efectivamente, los mexicanos podamos contar en nuestros bolsillos con algún recurso extra o que se vea reflejado beneficios adicionales. Muy lejos de los dichos y discursos en contrario de nuestros políticos.

Baste citar un dato para darnos cuenta de que la realidad de la población es muy distinta a la que mira desde la opulencia la clase política. La confianza del consumidor de México sufrió en abril su mayor caída en nueve meses, lo que indica el resurgimiento del pesimismo de la población con respecto a su situación económica y la del país en general.

El índice a tasa desestacionalizada cayó un 2.1 por ciento y se ubicó en 90.8 puntos en abril frente a los 92.8 puntos que registró en marzo, de acuerdo a los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La cifra fue además la más baja desde los 88.2 puntos que registró en agosto de 2014.

No es casual entonces que, ante la escasez de recursos al interior de los hogares de muchas familias, en estos tiempos electorales diversos candidatos a puestos de elección popular estén comprando el voto ofreciendo bonos, vales de despensa y hasta dinero en efectivo, pues la filosofía del político mexicano ha sido siempre lucrar con la necesidad de la población, aunque la desconfianza y el pesimismo vayan en aumento.

Analizan levantar restricción a almacenes

En anteriores comentarios hemos hecho referencia a la inconformidad de los almacenes generales de depósito porque desde 2011 se les prohibió realizar la importación de textiles y calzado, bajo el régimen aduanero de depósito fiscal.

Bueno, pues resulta que en un acto de apertura y consenso, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que encabezaLuis Videgaray, y el Sistema de Administración Tributaria (SAT), que dirige Aristóteles Núñez, convocó a una reunión a la Asociación Mexicana de Almacenes Generales de Depósito (AAGEDE), que preside Alberto Fernández Esquer, con el fin de analizar el levantamiento de tal restricción.

De hecho sería corregir un gran error de la administración panista, pues tan sólo en ese año de la prohibición, los almacenes hicieron una entrega efectiva al fisco federal por más de 3 mil 625 millones de pesos, producto de operaciones de sus clientes relacionados con el comercio exterior de esas mercancías.

Para tal efecto, se acordó trabajar con un grupo piloto de almacenadoras en base a lineamientos operativos debidamente estructurados, que ya cuentan con el aval de la Administración General de Auditoria de Comercio.

La AAGEDE asegura que se podrán realizar este tipo de importaciones en un marco de seguridad que reafirma la labor de estas organizaciones auxiliares del crédito como coadyuvantes con la autoridad en la detección de operaciones subvaluadas, evitar la evasión fiscal e incluso de lavado de dinero, por lo que confía en el buen término de estos trabajos. Bien por Luis Videgaray y Aristóteles, dicen.

Pemex estrenará socios

Las primeras asociaciones de Petróleos Mexicanos con empresas privadas se harán en tres campos maduros en aguas someras del Golfo de México y se adjudicarían en septiembre próximo.

Las asociaciones, o "farm-outs", se harán en Bolontikú, Sinán y Ek, campos petroleros ubicados en el Golfo de México, que en su conjunto tienen reservas de 350 millones de barriles de petróleo crudo equivalente y cubren un área de 119.4 kilómetros cuadrados.

El objetivo es que estas primeras asociaciones de Pemex coincidan con las actuales licitaciones de contratos de exploración y extracción de hidrocarburos en aguas someras del Golfo, que México tiene en marcha actualmente y en donde se ubican también los campos de Pemex.

Una de las licitaciones, lanzada en diciembre, es para 14 contratos de producción compartida de áreas de exploración y extracción. La segunda, que arrancó a finales de febrero, es para cinco contratos también de producción compartida que abarcan nueve campos en extracción también en aguas someras.

La tercera licitación de contratos fue lanzada el lunes para 26 áreas de extracción en campos terrestres. El contrato en esta ocasión será de licencia.

Hay que recordar que las alianzas de Pemex con empresas privadas fueron avaladas en la reforma energética que se puso en marcha el año pasado.

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*Periodista. Director de la Revista HábitatMx