Agustín Vargas *

Cada vez son más evidentes las diferencias entre los líderes del sector privado respecto a la posición que asumen frente a las constantes agresiones que sufren por parte de la administración lopezobradorista, que no se cansa de vapulearlos, ningunearlos, calificarlos de conservadores y hasta acusarlos de conspiradores.

Hasta ahora nadie, dentro del sector empresarial con autoridad moral suficiente, ha dado una respuesta contundente al gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador para frenar las descalificaciones y agresiones del Ejecutivo que han derivado y una mayor polarización social y consecuentemente en un mayor deterioro económico y social.

Y no puede ser así porque dentro del sector privado prevalece un doble discurso. Por un lado, el de la paz y concordia ante los designios y caprichos del señor presidente, aunque  afecten intereses e inversiones, como el que asume la Concamin, de Francisco Cervantes Díaz, y por el otro el de confrontación abierta, como el que expresa a cada momento la Coparmex, que preside Gustavo de Hoyos Walther.

El entreguismo de la Concamin y su presidente tiene su razón de ser, al menos para Cervantes Díaz, puesto que se siente privilegiado por contar con la unción del mandatario a quien éste considera empresario ejemplar y buen interlocutor, sin reparar que justo el sector industrial es el más severamente golpeado en esta administración y al que han dejado en el abandono total, antes, durante y seguramente después de la pandemia del coronavirus.

En corto, varios de sus agremiados, de todas las ramas industriales, se muestran inconformes por la ambigüedad y tibia respuesta del líder nacional, quien un día tilda de “mentirosos” a funcionarios de la 4T y al otro pide el apoyo para ellos, como lo hace en sus reiterados tuits, como el que escribió el pasado 31 de mayo, un día después de la marcha antilopezobrador:

“Entendible la frustración de muchos contra el gobierno del Presidente @lopezobrador_ , pero no es exigiendo su renuncia como las cosas van a mejorar. Con todo respeto, a unos, proponemos no profundizar la polarización, y a otros, cesar las descalificaciones, escuchar y sumar”.

Tanta ha sido la tibieza del líder empresarial y asesores que lo rodean, que hace unos días el propio presidente del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Alfonso Ramírez Cuéllar, hizo un llamado a Cervantes Díaz a que deje de quejarse y convoque a la conformación de un acuerdo nacional para tratar de superar lo más pronto posible la emergencia económica que vive el país. Lo retó, incluso, a que encabece el llamado a este acuerdo político.

“Es momento de actuar y ya dejar de quejarse para poder superar esta crisis lo más pronto posible”, le dijo Ramírez Cuéllar al líder de la Concamin.

En medio de estas dos posturas del sector privado --la radical y la entreguista-- Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, con un discurso y propuestas coherentes, ha lidiado para tratar de mantener la aparente unidad de la iniciativa privada, aunque más bien parece desarticulada. Esto, sin duda, en beneplácito del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Viva Aerobús, “nueva política

Dentro de los múltiples anuncios de Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo, para reactivar al sector destaca el de las aerolíneas mexicanas las cuales consideró como prioridad y garantizó que seguirán operando después de que pase la pandemia.

Sin duda las aerolíneas son pieza fundamental para la industria turística, pero a aquéllas se les olvida, la mayoría de las veces, que los pasajeros son también importantes para su subsistencia y como eso sucede con frecuencia, el maltrato y falta de atención a los clientes por parte del personal de esas empresas están a la orden del día.

Tan es así que durante los meses que lleva la contingencia el número de quejas por parte de los usuarios se han incrementado exponencialmente, en particular en contra de Viva Aerobús, que dirige Juan Carlos Zuazua.

Según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que dirige Ricardo Sheffield Padilla, los particulares han buscado asesoría para el cambio en las fechas de viaje y/o el reembolso del importe con la aerolínea.

Durante las últimas semanas las quejas ante esa empresa han aumentado a raíz de la negativa frente a las solicitudes de reembolsos y los recargos por la reprogramación de vuelos, especialmente en los casos donde la misma compañía anunció que no habría penalizaciones debido a las circunstancias.

Además, es una verdadera odisea contactar al personal de Viva Aerobús, sea por teléfono o por internet. Si es que los clientes tienen suerte de que les contesten la llamada, los empleados de la aerolínea argumentan que debido a las “nuevas políticas de la empresa” se cobrará un monto adicional por la reprogramación de vuelos, que generalmente excede el monto del costo original del boleto.

Lo aceptan o de plano se cancela su boleto sin reembolso ni nada. Eso le pasó a este reportero. ¡¡¡ Vaya solidaridad y apoyo a los pasajeros en tiempos de pandemia !!! Ojalá la Profeco ponga atención en este asunto y resuelva a favor de los usuarios.

Scotiabank estrena director

Como parte de la transición anunciada en 2018, Adrián Otero Rosiles, director general del banco Scotiabank Inverlat, asumió también desde ayer la dirección del grupo financiero, en sustitución de Enrique Zorrilla Fullaondo.

Adrián Otero, quien ingresó al grupo en febrero de 2019, posee una amplia experiencia en el sector financiero mexicano en áreas como banca corporativa, banca de inversión, banca privada y los negocios de financiamiento automotriz e hipotecario.

Zorrilla Fullaondo fungirá como consejero dentro de los Consejos de Administración de Scotiabank Perú y Scotiabank Colpatria, en Colombia.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx