Parece que la historia que dio origen al desastre de la Línea 12 se repite una vez más. Varias dependencias del Gobierno capitalino, así como empresas privadas, ofrecen perspectivas conjuntas y diversas sobre lo que hace falta para que vuelva a funcionar.
A casi un año de haber sido cerradas las 11 estaciones que comprenden el tramo elevado de la Línea Dorada, no hay culpables exactos sino chivos expiatorios con multas descomunales, fechas de reapertura postergadas y un sinfín de opiniones sobre lo que se debe hacer.
La Secretaría de Obras (Sobse) fue encomendada por el mismo Miguel Ángel Mancera para supervisar la rehabilitación. De ahí que la dependencia informara que las obras comenzarán a partir de marzo –un año después de cerrada- a pesar de que se había informado desde hace al menos seis meses que ya se trabajaba para hacer funcionar una estación por vez desde noviembre pasado.
COMSA-EMTE, empresa de origen español será la encargada de reemplazar y armar 32 kilómetros de vías a la vez que Multidin la supervisará. Además, la alemana TÜV Rehinland certificará las obras en sustitución de Systra, que ahora se encargará de hacer valer las recomendaciones que se lleguen a tipificar como necesarias.
Llama la atención que ALSTOM y TSO han seguido dando el mantenimiento estipulado por contrato a los 30 trenes que dan servicio en las estaciones restantes de la Línea 12 hasta el momento, pero ahora será personal del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro el encargado. Aunque se advierte que lo anterior se debe al proceso de desahogo de pruebas, no se informó de la suspensión en el pago a la empresa francesa por tal concepto.
Joel Ortega Amenaza a CAF
Mientras que las empresas ajenas a la politización de la discusión coindicen en la reapertura de la Línea, los funcionarios inmiscuidos se niegan a aceptarlas. Y es que al menos dos de ellas aclaran que el sistema de transporte puede realizar sus funciones “normales” siempre y cuando se mantengan lineamientos óptimos en su mantenimiento y operación a falta de un plan ejecutivo para su rediseño.
“Se mejoran los trenes o tendremos que irnos a la recisión anticipada”, concluyó el director del STC Metro al ser cuestionado sobre el tema.
El contrato respectivo con CAF asciende a al menos 18 mil millones de pesos –ya que contiene cláusulas de tipo de cambio para el pago mensual- con un plazo de 15 años. Sin embargo, como el mismo Ortega había declarado en comparecencia ante la Comisión Especial Investigadora de la ALDF, esto no es posible, ya que el contrato se basa en lineamientos internacionales, por lo que ninguna de la partes puede romper el trato de manera unilateral sino es bajo el dictamen de un tribunal internacional.
Por otra parte, al menos 380 mil piezas han sido ya solicitadas para los trabajos que comenzarán en marzo, por lo que resulta necesario un plan conjunto para la reapertura de la Línea de transporte. No obstante, la complicación de varios funcionarios apoderados de las decisiones e incapaces de unificar criterios, Miguel Ángel Mancera prometió en recientes declaraciones la reapertura total de las estaciones ahora fuera de servicio para noviembre próximo. |