Luis Alberto Alonso @ikaro_46
La decisión que detendrá la marcha a cielo abierto de los convoyes del Sistema de Transporte Colectivo (STC) en caso de una lluvia que pueda afectar el comportamiento de los mismos no se trata de un protocolo formal sino de las “consideraciones del personal especializado” del Metro, aseguró Miguel Ángel Mancera, luego de que se haya culpado a dos trabajadores por el choque de la Línea 5.
Sin un comunicado ni declaración oficial, el director general de Ingeniería y Desarrollo Tecnológico del Metro, Gerardo Requis, adelantó a una reportera del diario El Universal, que “cuando las circunstancias así lo requieran, si hay mucha lluvia y graniza, se evaluará que los trenes permanezcan en la estación hasta que hay condiciones para poder continuar (con la marcha)”.
Poco menos de dos semanas atrás, Requis acompañó a Joel Ortega en la conferencia donde sentenció como resultado del dictamen elaborado por el Comité de Incidentes Relevantes y avalado sólo por su autoridad que el operador del tren 05 y el regulador de la Línea 5 son los culpables directos del choque suscitado en la estación Oceanía.
Incluso, Ortega se atrevió a dictar que “la realidad es lo que hemos presentado”, desconociendo así las versiones de los inculpados. Días después, un conductor de la Línea 8 denunció las deplorables condiciones en las que ejercen sus labores y que, según expuso en video, “es preocupante porque salimos a la superficie y en dado caso de encontrarse una pista de rodamiento mojada, y en el caso de fallar la señalización, como ya nos dimos cuenta de que sí sucede, puede suceder otro percance como el que se sucedió en Línea 5”.
Aunque como parte de la información solicitada por Jorge Gaviño en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) luego de calificar al dictamen en cuestión como deficiente se establecen diversas medidas de seguridad a tomarse en cuenta para su desarrollo y aplicación, no existe hasta el momento un decreto formal que atestigüe estas medidas. Es decir, no existe un desarrollo sistemático de las medidas, sino sólo un esbozo de propuesta.
De tal manera, se recomienda que en los tramos elevados –vías como las que se dirigen hacia Pantitlán por “segundos pisos”- y superficiales –a cielo abierto, como los de las Líneas 2, 3, 5 y otras- que cuenten con trazos de más de 4 grados de inclinación –aunque en la animación que justifica el dictamen oficial se presenta un ángulos cercano a los 45 grados para defender la decisión- y se presenten condiciones de lluvia intensa, granizo, viento, y demás que representen un obstáculo para el correcto avance de los convoyes, su marcha ha de detenerse.
Al ser cuestionado al respecto, Miguel Ángel Mancera, titular del Gobierno capitalino, aseguró que “hay áreas específicas donde se deben tomar en cuenta las condiciones meteorológicas”, pese a que hasta el momento no se había puesto atención al problema.
“La evaluación –para detener la marcha- es del personal especializado… solamente cuando sea considerada como una lluvia de muy alto riesgo; en todo lo demás hay marcha lenta…No hay suspensión del servicio, sólo cuando sea una tormenta atípica”, agregó, dando cuenta de que no se han entablado mesas de colaboración con ningún sistema meteorológico para la toma de tales decisiones.
Con el objetivo de centralizar las decisiones sobre la marcha de los trenes y sin atender las demandas de los conductores, también se recomendó habilitar un sistema de inhabilitación de marcha y cámaras de vigilancia para los operadores del Puesto Central de Control (PCC). |