MÁS DE MIL TRASPLANTES DE ÓRGANOS Y CÓRNEAS EN EL DF
· La Secretaría de Salud capitalina trabaja en la materia a través del Centro de Trasplantes del Distrito Federal
Durante el 2011 se realizaron en hospitales públicos y privados del Distrito Federal, 485 trasplantes de riñón procedentes de un donador vivo, mientras que producto de donaciones cadavéricas se llevaron a cabo 84, 10 de corazón y 533 de cornea. Dichas cifras corresponden hasta el 30 de noviembre del año que está por concluir.
Asimismo, se realizaron 4 trasplantes de hígado de donador vivo y 30 de cadáver, informó el director general de Servicios Médicos y Urgencias de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, Román Rosales.
En el DF se desarrollan 33 programas de trasplante de cornea y 31 de riñón en los diferentes hospitales públicos y privados. En este sentido, aclaró que la productividad de algunos de estos Programas es baja debido a que el número de órganos procedentes de donación cadavérica también es bajo.
Conforme a permisos y la licencia sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), países que tienen satisfechas sus necesidades de trasplante pueden exportar corneas. México importa corneas de Estados Unidos a diferentes entidades federativas. Bajo este esquema se han realizado durante 2011, 393 trasplantes.
El Centro de Trasplantes del Distrito Federal es una unidad administrativa desconcentrada que depende de la Secretaría de Salud capitalina. Esta unidad tiene a su cargo el desarrollo, elaboración y aplicación del Programa de Donación y Trasplantes en toda la entidad federativa, incluyendo lo que le corresponde a hospitales de la Red del Gobierno del Distrito Federal.
El Consejo de Trasplantes es un órgano colegiado presidido por el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon, el cual está integrado por titulares de algunas dependencias del Gobierno capitalino, incluido como vicepresidente el secretario de Salud, Armando Ahued Ortega, así como el procurador General de Justicia capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, ya que algunos de los donantes tienen una averiguación previa en el Ministerio Público, convirtiéndose estos casos en médico-legales.
Cuando es éste el caso cada vez que hay un potencial donante el Ministerio Público (MP) da la autorización para la extracción, pero si demora, los órganos ya no son susceptibles de donación. Ante ello, la Secretaría de Salud capitalina ha trabajado con los MP para hacer expedito el trámite.
Integran también el Consejo un representante de la Asamblea Legislativa local, del Colegio de Notarios representantes del IMSS, ISSSTE, entre otros, a fin de fortalecer la cultura de la donación.
En el DF se hace trasplante de corazón en siete hospitales. En promedio es uno por año, aunque no quiere decir que uno por programa, pues las circunstancias son diversas y en ocasiones no se concreta la donación. Por ejemplo, si se excede el tiempo desde el fallecimiento hasta que se autoriza la extracción o si el paciente en etapa aguda hizo parada cardiaca ya no es candidato para donar el órgano para trasplante.
El director general de Servicios Médicos y Urgencias de la Secretaría de Salud capitalina explicó que un paciente con muerte encefálica tiene medidas de soporte vital, generalmente está en terapia intensiva, intubado con un ventilador porque no tiene automatismo respiratorio, y le es suministrado medicamento para mantenerle la función cardiaca y estos pacientes son los que potencialmente pueden donar sus órganos, pues ya han fallecido y sólo por los medios artificiales es que el corazón sigue latiendo y los órganos son viables para ser trasplantados.
En caso de hacer muerte encefálica, si se ubica como potencial donador se solicita el consentimiento familiar y la anuencia por el MP, se contacta a los equipos de trasplante para que en la lista de espera del Registro Nacional de Trasplantes se ubique un receptor y para la cirugía de extracción, pasa a un quirófano con todas las medidas estériles de cualquier cirugía, interviene el anestesiólogo, enfermeras y tiene que mantenerse en las mejores condiciones para que los órganos sean óptimos para trasplantarse en un receptor que mejorará su calidad de vida o incluso continuará viviendo.
Al morir, la temperatura del cuerpo cambia, de ahí, la importancia de que al ocurrir la muerte e identificarse como candidato a donador, se tenga el contacto con los médicos de trasplante para buscar a los potenciales donadores.
Román Rosales indicó que el tiempo para el desarrollo del proceso de donación se ha ido mejorando, pues depende también de la familia. “Ese proceso que a veces se hace complicado de 48 horas, lo hemos tratado de reducir, y ahora dura menos de 24 horas, pero queremos que dure menos de 12 horas”.
Por otro lado, no pueden ser donadores quienes sus familiares no autoricen, quienes padezcan una enfermedad infecto-contagiosa como VIH-SIDA, hepatitis; las personas que se hayan hecho un tatuaje en un periodo menor a tres años.
Tampoco menores de edad sin consentimiento de su tutor, pacientes con enfermedades autoinmunes, con enfermedades por priones (daño a las regiones del cromosoma, del ADN) y los desconocidos que fallecen en los hospitales, por ejemplo los accidentados de quienes no se conoce nada de su historia clínica o si tenían prácticas de riesgo.
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