Agustín Vargas *

La mayoría de los mexicanos iniciamos el año 2020 con una serie de interrogantes sobre lo que depara para el país este año en materia de crecimiento, desarrollo económico, seguridad y, una parte muy importante, la forma de generar confianza y disminuir la brecha ya no sólo de la pobreza histórica, sino también la polarización social que se ha acrecentado y azuzado en los últimos años. 

El gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quiera o no reconocerlo, ha abierto mucho camino en esto último, lo cual necesariamente lo obligan a tomar acciones y emprender políticas públicas para revertir el daño. 

En materia económica, por ejemplo, el Banco de México revisó a la baja sus proyecciones de crecimiento para 2019; el rango estimado pasó de entre 0.2 y 0.7 por ciento previsto en el trimestre previo, a otro de entre menos 0.2 por ciento y 0.2 por ciento. 

Para 2020 las proyecciones de crecimiento del banco central se ubican entre 0.8 y 1.8 por ciento. Los expertos y analistas ponen sobre la mesa dos grandes desafíos a vencer: borrar la desconfianza que prevalece en los inversionistas y dar evidencias claras de la lucha contra la corrupción y aunque las perspectivas parecieran ser halagüeñas incluso plasmadas en una retahíla de discursos, la realidad suele imponerse en sentido contrario. 

Otro asunto que requiere primordial atención es el de la seguridad, pues tan sólo en los primeros once meses de 2019 se abrieron 26 mil 959 carpetas del fuero común por homicidio doloso en México.  De acuerdo con la cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), es un incremento de 1.26% que en el mismo periodo en el 2018.  

Como dato adicional, el 42% de los homicidios se concentra en Guanajuato, Estado de México, Baja California, Jalisco y Chihuahua. En materia de feminicidios, Veracruz es la entidad más peligrosa para las mujeres. A estos delitos habría que agregarles el de secuestro, extorsión, robo, etcétera, etcétera. 

Para este 2020, un rubro que recibió casi cheque abierto dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación, es el de los programas sociales, lo cual ha merecido una serie de críticas, no por la exposición de motivos en sí, sino por las dudas de que lleguen a quienes realmente  lo necesiten y por la forma en que se pretenden utilizar dichos recursos, es decir de manera directa, clientelar y de captación de votos.

Los retos del Presidente López Obrador y todo su gobierno es demostrar que sus programas insignia (Jóvenes Construyendo el Futuro, Pensiones de Personas Adultas Mayores, Sembrando Vida y Becas Benito Juárez) pueden dar resultados lo más pronto posible para cambiar y mejorar la calidad de vida de quienes son beneficiarios.

Cátedras de Gurría 

Como cada año, por estas fechas, José Angel Gurría Treviño, secretario general de la Organización para la Cooperación y  Desarrollo Económicos (OCDE), viene a México a presentar el Panorama Económico Mundial, un informe completo sobre la situación global, que incluye a México como miembro del organismo. 

El informe más reciente sobre el tema emitido por la OCDE está fechado el 12 de diciembre pasado, cuando el organismo indicó que en el tercer trimestre de 2019, el PIB de las 20 economías del G20, se mantuvo estable, en 0.7%, “pero yendo lentamente”, de acuerdo con cifras preliminares. 

Gurría aprovecha la ocasión para, de paso, dar sus cátedras en materia económica y política a funcionarios, empresarios, académicos y estudiantes y un  jalón de orejas a funcionarios públicos y privados que, a su juicio, no están haciendo su tarea para lograr que México salga del letargo en el que se encuentra.    

El controversial ex secretario de Hacienda y Crédito Público tendrá una serie de encuentros con las principales figuras del empresariado mexicano así como también con Arturo Herrera, titular de la SHCP. Cada país que visita Gurría procura reunirse con presidentes, pero esta vez no será el caso. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador no se reunirá con Gurría, pero los mensajes que pudiera externar los terciara seguro con Arturo Herrera y Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). 

Gurría es, sin duda, un honroso y digno representante del neoliberalismo, corriente ideológica a la que el mandatario ha prometido combatir y erradicar hasta del planeta mismo si es posible. Quizá por ello en esta ocasión no tendrá encuentros con el titular de la OCDE, y no dar pie a que sus adversarios, los conservadores, tengan carnita fresca para atacarlo. 

Banco del Bienestar mete ruido 

Por más que la banca argumente que la inclusión financiera en México avanza rápidamente, lo cierto es que esta política está anquilosada, pues a la fecha y luego de casi una década de instrumentarse no ha sido posible aún llevar los servicios financieros a todo el territorio nacional. 

Datos de la Comisión Nacional Bancada y de Valores, revelan que el 19 por ciento de la población, alrededor de 21 millones de personas no cuentan con infraestructura financiera, como alguna sucursal bancaria, corresponsal o cajero en un radio de dos kilómetros. 

Más aún, el 80 por ciento de los mexicanos vive en localidades con al menos un punto en dos kilómetros, pero este número crece a 87 y 93 por ciento en distancias de 4 y 7 kilómetros para encontrar una sucursal bancaria, un corresponsal o un cajero automático. 

En la Convención Bancaria de 2019, el presidente de la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera, se comprometió ante el presidente Andrés Manuel López Obrador a llevar infraestructura básica a 476 municipios que no cuentan con servicios financieros. 

La espera sigue, de ahí que el mandatario ha dejado en claro que se abrirán 1,350

sucursales del Banco del Bienestar, que dirige Rabindranath Salazar Solorio. Con esta misión, el gobierno mexicano se dará a la tarea de llevar servicios financieros en poblados donde la banca privada no tiene interés en estar presente. La preocupación de la banca privada, apenas comienza.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx