Luego de que en el 2024 más de mil niñas, niños y adolescentes en México fueron atendidos en hospitales por agresiones dentro de escuelas, el diputado del PVEM, Jesús Sesma Suárez propuso establecer en la ley la obligación de las autoridades de orientar a los padres responsables del cuidado y tutela de niñas, niños y adolescentes generadores de violencia, maltrato, o acoso en las escuelas, sobre las sanciones a que pueden ser acreedores como multas o la pérdida de la libertad por su omisión en los cuidados de los menores de edad que ejercen actos de bullying en planteles educativos de la CDMX. 

“Hoy presento una propuesta sencilla en texto, pero profunda en impacto. No se trata de castigar por castigar, sino de intervenir a tiempo, acompañar a las familias y evitar que un acto de violencia escolar termine marcando vidas para siempre; no solo de quien sufre la violencia, sino también de quien agrede”, destacó el también Presidente de la Mesa Directiva del Congreso de la Ciudad de México, Jesús Sesma Suárez. 

En la máxima tribuna del Congreso de la CDMX, el legislador Sesma Suárez lamentó que cifras de 2024 señalen que más de mil niñas, niños y adolescentes en México fueron atendidos en hospitales por agresiones dentro de escuelas. También detalló que, en la ciudad, los reportes han aumentado más de 200 por ciento en cinco años. Ante ese contexto, el diputado del Partido Verde consideró importante atender el tema porque detrás de cada cifra hay un rostro, una familia y un daño que pudo prevenirse si se actúa a tiempo. 

“Cuando una familia se involucra, dialoga y atiende a tiempo, una niña o niño violento puede transformarse y una víctima puede volver a sentirse segura. Quienes somos padres, madres, tíos, maestros, sabemos que ningún niño o niña nace violento, pero la indiferencia y falta de acompañamiento provocan que crean que agredir está bien; que intimidar no tiene consecuencias y que humillar es parte de la convivencia”, lamentó Sesma Suárez. 

Finalmente, el diputado de la CDMX, Jesús Sesma concluyó asegurando que “si queremos una ciudad más justa, más segura y humana, tenemos que empezar por proteger a quienes aún están aprendiendo a vivir en ella. Que nunca más un niño niña y adolescente tenga miedo de ir a la escuela, y que ningún padre pueda decir que no sabía”.