En un acto que refleja una alarmante falta de responsabilidad y empatía, Ismael Burgueño Ruiz, aspirante a la alcaldía de Tijuana y hasta hace poco dirigente estatal en Baja California de MORENA, ha demostrado una actitud deplorable hacia su familia. La historia se remonta a la víspera de la Navidad de 2014, cuando Burgueño abandonó a su esposa e hijos, dejándolos en una situación de total desamparo.

La señora Claudia N, madre de los hijos de Burgueño, no tardó en presentar una demanda por incumplimiento de pago de pensión alimenticia el 5 de octubre de 2015. En un intento de engañar al juez, Ismael Burgueño simuló haber consignado la pensión alimenticia en diciembre de ese año, ofreciendo un comprobante de $2,000 pesos como prueba de su supuesto cumplimiento. Sin embargo, este monto insignificante no cubría ni de cerca las necesidades de sus hijos durante casi un año de abandono.

A pesar de las artimañas y amenazas empleadas por Burgueño Ruiz, el 13 de noviembre de 2017, el Juez Primero de lo Familiar de Tijuana, BC, en el expediente 2251/2015, lo sentenció y condenó como moroso. Pero la historia no termina ahí. El 29 de noviembre de 2017, Ismael Burgueño apeló la sentencia que garantizaba a sus hijos el derecho a recibir sus alimentos.

Ante esta práctica dilatoria, los magistrados de la Segunda Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado, integrada por Alejandro Isaac Fragoso López, actual presidente del TSJE, Olimpia Ángeles Chacón y Columba Amador Guillén, tomaron una decisión contundente en el expediente con número de Toca Civil 0243/2018: confirmaron la sentencia que condenaba a Burgueño por su negligencia, en perjuicio de sus hijos.

Aunque la sentencia quedó firme, Ismael Burgueño continuó intentando evadir su responsabilidad, alegando insolvencia para no pagar los alimentos debidos. Finalmente, el mismo juez tuvo que solicitar ayuda a un colega en la Ciudad de México para localizar a Burgueño.

Es inaceptable que un aspirante a la alcaldía de cualquier ciudad, alguien que busca liderar y representar a la comunidad, haya demostrado tal indiferencia hacia su propia familia. La autoridad debe tomar medidas más enérgicas para garantizar que Ismael Burgueño cumpla con sus obligaciones familiares y no siga afectando a quienes más lo necesitan.

Es inadmisible que alguien que ha incumplido con sus obligaciones familiares, como Ismael Burgueño, aspire a un puesto de elección popular. La negligencia hacia su familia debería ser motivo suficiente para descalificarlo como candidato.

La Constitución establece que los deudores alimentarios no pueden ser registrados como candidatos a cargos públicos. Es una medida necesaria para garantizar que quienes buscan representar a la comunidad sean personas responsables y comprometidas con el bienestar de sus seres queridos.

Ismael Burgueño no solo abandonó a su familia, sino que también intentó evadir sus responsabilidades. A pesar de las sentencias en su contra, continuó buscando excusas para no cumplir con su deber. Esto demuestra una falta de integridad y empatía que no deberíamos tolerar en nuestros líderes políticos.

Es hora de que las autoridades electorales tomen medidas más enérgicas para asegurar que los deudores alimentarios no puedan postularse a cargos públicos. Los representantes populares deben ser ejemplos de responsabilidad y compromiso, no de abandono y evasión.

La comunidad merece líderes que actúen con ética y cumplan con sus obligaciones. Ismael Burgueño no es uno de ellos.

Ley 3 de 3: Protegiendo a la Sociedad

La Ley 3 de 3 es una reforma constitucional que prohíbe otorgar cargos públicos a deudores alimentarios y agresores sexuales. Esta ley, aprobada por el Congreso y publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), establece que:

1. Deudores Alimentarios: Aquellos que no cumplen con sus obligaciones de pensión alimenticia no pueden ocupar empleos en el gobierno a nivel federal, estatal o municipal, ni ser postulados para cargos de elección popular12.

Esta ley es un paso importante para proteger a la sociedad y garantizar que quienes ocupan posiciones de poder sean personas íntegras y comprometidas con el bienestar de todos. No más impunidad para los deudores y agresores.

La autoridad electoral no puede ni debe de ignorar los antecedentes de Ismael Burgueño, mismos que se encuentran bien fundamentados y en que se alojan en los tribunales civiles, nos hemos dado a la tarea de conseguir copias, no vaya a ser que sus tentáculos alcancen los rincones mas profundos de los archivos y como acto de magia desaparezcan.