Por Rosalío Martínez Blancas.
En el Distrito Federal existen 783 mil 192 víctimas de explotación laboral infantil y ejemplo de ello son las diversas líneas del Metro, donde los menores son obligados a trabajar en condiciones que atentan contra su integridad física, mental y espiritual, con el contubernio de las autoridades, denunció el diputado local del PAN, Orlando Anaya.
En conferencia de prensa, responsabilizó directamente a los supervisores de vigilancia en el Sistema de Transporte Colectivo-Metro (STC) quienes toleran esta situación sin hacer nada al respecto y diariamente se ve a niñas y niños vendiendo productos piratas, limpiando zapatos, cantando o pidiendo limosna y en algunos casos son seguidos por un adulto.
El legislador panista dijo que es urgente generar las acciones necesarias para denunciar, atender y reintegrar a la vida social, educativa y laboral a las niñas, niños, adolescentes y sus familias, así como la obligatoriedad a la cero tolerancia de ambulantes en los vagones e instalaciones del Metro derivado de múltiples problemas que ocasionan a la población.
Apuntó que según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del 2009, elaborada por el INEGI, a nivel nacional hay 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes entre los 5 y 17 años que trabajan, es decir, uno de cada ocho.
Dijo que en un recorrido que realizó por diversas estaciones del Metro pudo constatar que es absurdo que haya cámaras y personal de vigilancia en las entradas, andenes y estaciones, pero esto no sirve de nada porque hay total tolerancia al ambulantaje, existe maltrato, trata y explotación sexual de niñas y niños.
Por ello, el diputado Orlando Anaya, integrante de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Asamblea Legislativa del DF, pidió al secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida, al director del STC, Joel Ortega Cuevas, así como al director general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Gustavo Martínez Pacheco, coordinarse en la implementación de acciones permanentes que impidan y atiendan estos lamentables casos.
Recordó que tanto la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Constitución Política Mexicana, y la Convención de los Derechos de los Niños prohiben la explotación laboral infantil, dado que causa a los menores daños físicos y psicológicos con graves consecuencias, pues estos a futuro son poco productivos, incluso, tienen nulas oportunidades de desarrollo personal que, a su vez, afecta el desarrollo de la ciudad. |